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Método de trabajo

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¿Qué es ABA?

ABA corresponde a las siglas en inglés de Análisis Aplicado de la Conducta.

Las intervenciones basadas en el Análisis Aplicado de la Conducta se iniciaron en 1960 tras el trabajo de Ivar Lovass. Este método consiste en enseñar aquellas conductas adecuadas a cada niño de modo personalizado, según sus características individuales; además de promover la generalización de estas conductas y reducir aquellos comportamientos no deseados. Para conseguir este cambio positivo en el comportamiento se emplean los principios y técnicas conductuales.

Algunas características del análisis aplicado de la conducta son (Baer, Wolf y Risley, 1957):

Aplicado: se centra en aplicar los principios básicos de conducta a conductas que sean relevantes para la persona.

Conductual: se centra en la conducta en sí misma como objetivo de cambio.

Analítico: busca identificar las relaciones funcionales entre la conducta y los eventos del entorno que influyen en ella.

Tecnológico: los procedimientos se definen de forma completa y precisa.

Efectivo: en el análisis aplicado de la conducta, los cambios en la conducta son significativos para las personas involucradas, son efectivos en relación a los costos y son eficientes. Se usan procedimientos que favorezcan la generalización y el mantenimiento del cambio de conducta.

General: los analistas de conducta intentan descubrir procedimientos que puedan ser aplicados de forma efectiva a muchas personas en distintos lugares.


El enfoque ABA es un tratamiento empíricamente validado para niños con autismo. Está muy extendido en Estados Unidos; allí, las autoridades sanitarias y educativas lo recomiendan como el tratamiento más efectivo para la enseñanza a niños diagnosticados con autismo.

¿Qué es el currículum?

Antes de comenzar a trabajar con el niño es importante tener claro qué se va a enseñar. Para ello, se comienza realizando una evaluación exhaustiva de las capacidades del niño para poder, posteriormente, fijar los objetivos de la terapia. Estos objetivos fijados quedarán reflejados en un currículum personal adaptado a las necesidades de cada niño. Este currículum reflejará unas áreas principales como son: lenguaje, cognitiva o académica, social, autonomía personal y habilidades motoras.


Cuando se fija un objetivo a trabajar debemos asegurarlos de que el niño dispone de las habilidades previas (lo que llamamos pre-requisitas) necesarias para llevar a cabo la tarea. Por ejemplo, si queremos que un niño realice una tarea de imitación el niño tiene que mirarnos, tener las manos quietas, estar bien sentado… Si no tuviese esas habilidades previas, comenzaríamos por enseñarle estas para ir avanzando paso a paso. Además, es importante asegurarnos de que el programa que se le enseña al niño es adecuado para su edad, es una habilidad importante para el niño y su familia, facilitará la adquisición de otras habilidades más complejas y le ayudará a reducir problemas de conducta si los tuviese.

¿Cómo se trabaja?

Una vez fijados los objetivos de trabajo a corto y largo plazo es momento de comenzar a trabajar.

La forma de trabajo es uno a uno, es decir, hay un terapeuta para cada niño. Siempre que sea posible la terapia se llevará a cabo en el domicilio familiar y en aquellos contextos en los que el niño se desenvuelve. Esto facilita el poder trabajar programas exclusivos de estos entornos como podría ser, por ejemplo, ver la televisión bien sentado y en silencio, esperar mientras que los padres acaban de realizar  una tarea, caminar de la mano de los padres, etc.


Como hemos mencionado anteriormente, se divide la tarea que el niño tiene que realizar en pequeños pasos y se van enseñando uno a uno, dándole las ayudas necesarias. Así, el terapeuta da instrucciones sobre la tarea o comportamiento deseado y, si el niño responde correctamente, el comportamiento se ve reforzado con una recompensa como elogios verbales, cosquillas, dulces, etc. De este modo el niño debe trabajar duro durante la sesión, pero las recompensas merecen el esfuerzo.

La enseñanza se realiza en los siguientes niveles: adquisición (aprendizaje de la tarea), mantenimiento (a lo largo del tiempo), fluidez (precisión y velocidad) y generalización (en respuestas, contextos y personas).

Los padres son una pieza clave para el mantenimiento y la generalización de las conductas aprendidas. Por ello, todos aquellos programas que el niño va adquiriendo son enseñados a los padres para que puedan llevarlos a cabo en el día a día.


Los tratamientos ABA son:

Intensivos,

Adaptados al niño, respetando sus intereses y preferencias,

Los niños trabajan uno-a-uno con el profesional.

El trabajo realizado queda registrado en un cuaderno de registro y gráficas donde se pueden observar todos los avances del niño a lo largo del tiempo (semanal, mensual, anual).